CONTEXTOS/ Universidades en busca de alianzas

Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC).

Todas las universidades del mundo deben reinventarse.  La caída de matrículas a nivel global fluctúa del 8 al 10 por ciento ahora, mientras los costos operativos se disparan a nivel global.

A la par, fuera de las aulas, las preguntas sobre el costo y el retorno de la inversión son cada vez más complejas y críticas. Las tasas de finalización de los estudiantes se mantienen prácticamente sin cambios mientras, los costos de las colegiaturas aumentan de manera significativa.

Por sí solas, estas tendencias son preocupantes. Los ingresos intensifican las presiones financieras para muchos colegios y universidades. Para mantener la calidad sin trasladar los costos crecientes a una base de estudiantes en declive, las instituciones deben buscar otras formas de aumentar la eficiencia.

En respuesta, un número creciente de instituciones une fuerzas para desarrollar alianzas significativas a gran escala. Estas alianzas pueden tomar muchas formas, desde asociaciones y empresas conjuntas hasta fusiones y adquisiciones. Por lo pronto, el número de transacciones de fusiones y adquisiciones en educación superior se triplicó en los últimos años.

Ahora, aún antes de la pandemia mundial de Covid-19 descendió la matrícula en instituciones de enseñanza superior. Las escuelas con menos de 3,000 estudiantes fueron las más afectadas, con una disminución promedio en la matrícula del 4.7 por ciento. Solo las instituciones con un cuerpo estudiantil de más de 10,000 experimentaron un crecimiento positivo de la matrícula en general.

A estos desafíos se suma al «abismo demográfico» en el que se prevé una contracción del 8 por ciento entre 2026 y 2030.

Una herramienta de enfrentar tales desafíos se establece ahora con una variedad de alianzas, asociaciones, fusiones y adquisiciones. El enfoque de una institución hacia la colaboración dependerá de sus objetivos estratégicos únicos, capacidades, cartera, demografía de los estudiantes y posición geográfica.

A través de una variedad de modelos, las instituciones pueden asociarse para brindar a los estudiantes nuevas oportunidades académicas y mejores experiencias, a menudo de una manera más eficiente y rentable. Estos modelos de asociación y alianza pueden adoptar muchas formas, entre ellas las siguientes:

Las cohortes de intercambio de prácticas desarrollan y comparten las mejores prácticas entre un grupo de instituciones.

La reciprocidad del programa se refiere a la programación compartida que amplía las ofertas para estudiantes y profesores.

La colaboración en investigación implica el intercambio de agendas y recursos de investigación.

Una empresa conjunta (JV, por sus siglas en inglés) es el intercambio de propiedad intelectual, personal e inversión para lanzar un nuevo programa o campus.

Los consorcios de servicios integrados y programación implican compartir los costos y la infraestructura para mejorar la programación y reducir los desembolsos.

Las fusiones y adquisiciones completas dan como resultado una nueva entidad combinada y afectan la gobernanza, la programación, los costos y la infraestructura.

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