A la vez, Netanyahu aceptó el pedido de enviar a Estados Unidos una delegación de alto nivel para discutir sobre esos planes y en torno a la posibilidad de hallar «una alternativa», declaró este lunes el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan.
«El presidente explicó por qué está tan profundamente preocupado por la perspectiva de que Israel lleve a cabo grandes operaciones militares en Rafah», dijo Sullivan.
Una operación terrestre importante allí (en Rafah) sería un error, provocaría más muertes de civiles inocentes, empeoraría la ya terrible crisis humanitaria, profundizaría la anarquía en Gaza y aislaría aún más a Israel a nivel internacional», afirmó Sullivan.
Pero en una señal de la relación cada vez más difícil, Netanyahu dijo que había insistido a Biden que pretendía lograr todos los objetivos de guerra de Israel contra Hamás, el movimiento islamista palestino detrás de los ataques del 7 de octubre contra Israel.
Ambos hablaron por última vez el 15 de febrero, y Biden ha lanzado críticas cada vez más expresivas por el número de civiles palestinos muertos y la situación humanitaria en Gaza, donde Naciones Unidas advirtió que parte de la población enfrenta riesgo de hambruna.